Desde
mi punto de vista, no está mal, para nada del mundo, avanzar tecnológicamente y
disponer de un dispositivo que nos haga más sencilla la vida, pero claro, con
unos límites. Hoy en día ya no tenemos “teléfonos móviles”, ahora tenemos
verdaderos ordenadores en nuestros bolsillos (ya que algunos dispositivos son
más potentes que un ordenador).
Esta
entrada viene inspirada a una pequeña charla que he tenido con un compañero de
clase, en el que debatíamos que cada vez, niños y niñas más pequeños poseen
teléfonos móviles con conexión a internet y a cualquier tipo de red social, con
todas las ventajas, inconvenientes y riesgos que esto conlleva. Hablando de
ventajas me refiero a la facilidad de localizar al niño o niña; por
inconvenientes, es el mismo, pero esta vez desde las redes sociales, ya que
Facebook, Instagram, Twitter, etc, localizan la posición geográfica desde la
que nos conectamos y la publica de forma explícita u oculta. Cuando hablo de
los riesgos, no solo me refiero al mal rato que se lleva el sujeto en cuestión si
le roban el móvil (que nos pasa a cualquier persona a cualquier edad), sino a
la disponibilidad de TODOS los datos que guardamos en nuestro dispositivo de
forma inconsciente (correos electrónicos, contraseñas, fotos, vídeos, perfiles
de redes sociales…) que pueden estar al alcance de todo el mundo sin que se
sepa, y nos puede poner en verdadero peligro.
Volviendo
al tema de la Nomofobia, este fin de semana pasado, mi compañero con el que
hablé este tema y yo, nos dedicamos a preguntar aleatoriamente a diferentes
pandillas de chicos y chicas (en el que, al menos, conociéramos a algún
componente) si serían capaces de salir de casa sin el teléfono. Aunque la
respuesta ya la sabíamos y no nos sorprendería que nos dijeran que no, nos
sorprendió los motivos por los que llevan los teléfonos a la calle. El que más
me chocó fue “yo mando mensajes a mis amigos aunque vayamos al lado porque nos
criticamos unos a los otros y así no se enteran”… Esto es lo que hace que me
preocupe con respecto a la generación que nos sucede, esos niños y niñas que no
son capaces de hablar nada a la cara, ya que es más fácil enviar un mensaje y dejar
el momento pasar.
Personalmente, espero que esto sea sólo una moda y pase con el tiempo, porque realmente es preocupante lo que le pasa a la juventud hoy en día…
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